La Guardia Incívica

Día 27 de septiembre, 7:25 de la mañana, me dirijo a mi trabajo.

A la altura del Zoco, justo delante de la zona de terrazas, hay un coche de la Guardia Civil aparcado, un poco más abajo está la pareja de civiles haciendo un “interrogatorio” a un inmigrante. “Que casualidad” pienso. Justo al pasar escucho detrás de mí un golpe seco, como si alguien hubiese dado una palmada.
Al girarme para ver que es lo que pasaba veo como el inmigrante intenta escapar de los dos agentes de “las fuerzas del orden” pero estos le sujetan por las muñecas. Me doy cuenta entonces que la supuesta palmada no creo que lo fuese, pueden hacerse una idea de lo que realmente fue.

Unos instantes después me sentí frustrado por no haber hecho nada, pero siempre la conciencia humana nos hace tender a protegernos.

No me gustaría pensar que este tipo de actuaciones se realicen de una manera habitual, por que en teoría también eran aislados los malos tratos que ejercían los Mossos d´escuadra a algunos detenidos, pero de ser así habría que empezar a pensar en poner policía a la policía o en este caso Guardia Civil a la Guardia Civil.

Algunos creen que por llevar uniforme tienen carta blanca para ejercer justicia a su modo, y esos tiempos ya pasaron. Ojala la justicia pudiera hacer algo por retirar de la calle a estos supuestos cuerpos de orden público, no me refiero a todos, solo a los que actúan de esta forma.